Cabe destacar que el dinero resultante de un negocio como este no sólo se queda en las arcas de los clubes; también las marcas y los propios futbolistas reciben su porcentaje. Aunque en los años que hemos mencionado, Brasil no ganó, inició, tanto el mundial como las Olimpiadas como favoritos. El factor sorpresa, aunque siempre es arriesgado, sin duda está dando sus frutos.