Del mismo modo, las suelas, hechas principalmente de caucho o poliuretano, pueden variar en su rigidez de una bota a otra, puesto que se prefieren suelas más blandas en terrenos lodosos. La distribución adecuada de los mismos entre el talón y el resto del pie es de vital importancia para evitar torceduras o lesiones en las rodillas o tobillos durante la rotación del pie mientras éste se encuentra enclavado en el terreno.